FIÓDOR MIJÁILOVICH DOSTOIEVSKI (1821-1881), novelista realista ruso, uno de los más importantes de la literatura universal, que escudriñó hasta el fondo de la mente y el corazón humanos, y cuya obra narrativa ejerció una profunda influencia en todos los ámbitos de la cultura moderna.
Su primera novela, Pobres gentes (1846), la desgraciada historia de amor de un humilde funcionario estatal, recibió buenas críticas por considerar a los pobres víctimas de sus terribles circunstancias. El libro era bastante novedoso, pues añadía la dimensión psicológica a la puramente narrativa en su análisis de los conflictos del protagonista, observándolos desde su interior. En su siguiente novela, El doble (1846), y en otros trece esbozos y cuentos que escribió durante los siguientes tres años, el autor ruso continuó explorando las humillaciones y el consecuente comportamiento de los desheredados.
En 1849, su carrera literaria quedó fatalmente interrumpida. Se había unido a un grupo de jóvenes intelectuales que leían y debatían las teorías de escritores socialistas franceses, por aquel entonces prohibidos en
En Memorias de la casa de los muertos (1861-1862), publicada en Vremia (Tiempo), la revista que él mismo fundó en 1861, describió con todo detalle el sadismo, las condiciones infrahumanas y la falta total de privacidad entre los presos, resultado de su experiencia. Allí, él, "un caballero", había sido tratado con desprecio.
Durante este tiempo también experimentó un cambio espiritual y psicológico. Sus lecturas, limitadas a
En Memorias de la casa de los muertos (1861-1862), publicada en Vremia (Tiempo), la revista que él mismo fundó en 1861, describió con todo detalle el sadismo, las condiciones infrahumanas y la falta total de privacidad entre los presos, resultado de su experiencia. Allí, él, "un caballero", había sido tratado con desprecio.
Al regresar a San Petersburgo, Dostoievski retomó su carrera literaria, lanzando una publicación mensual en colaboración con su hermano Mijaíl, llamada Vremia (Tiempo). En ella publicó, por capítulos, Memorias de la casa de los muertos y Humillados y ofendidos. En esta melodramática historia, muy apreciada por los lectores debido a su compasivo tratamiento de los desheredados, el autor ruso presenta por primera vez el tema de la redención y de la conquista de la felicidad a través del sufrimiento.
Su primer viaje al extranjero, un deseo que había acariciado desde mucho tiempo atrás, quedó reflejado en Notas de invierno sobre impresiones de verano (1863), ensayo en el cual describe la mecánica monotonía de la cultura de
Tras la larga enfermedad y muerte de su mujer en 1864, y la de su hermano, cuyas deudas financieras se vio obligado a pagar, quedó prácticamente en la ruina. A cambio de un préstamo, se comprometió con un poco escrupuloso editor a cederle los derechos de sus obras si no le entregaba una novela completa en el plazo de un año. Dos meses antes de cumplirse ese plazo, le presentó El jugador (1866), basada en su propia pasión por la ruleta. Para transcribir esta novela había contratado los servicios de una mecanógrafa, Anna Snitkina, con la que se casaría poco después, y con la que alcanzaría felicidad y satisfacción.
Dostoievski se pasó los siguientes años fuera del país, para escapar de los acreedores. Fueron años de pobreza, pero de gran creatividad. Durante este periodo, consiguió finalizar Crimen y castigo (1866), que había comenzado antes que El jugador, y Los endemoniados (1871-1872). Cuando regresó a Rusia, en 1873, ya era un escritor con renombre internacional. Su última novela, Los hermanos Karamazov (1879-1880), la completó poco antes de su muerte, acaecida el 9 de febrero de 1881 en San Petersburgo.
Sobre estas cuatro últimas novelas, en las que Dostoievski traslada a sus narraciones los problemas morales y políticos que le preocupan, descansa el reconocimiento universal conseguido. En el interior de argumentos ingeniosamente construidos para mantener el interés del lector hasta el final, el autor crea unos personajes heroicos, de carácter dinámico y autónomo, y los coloca en situaciones extremas. Cada novela se centra en la exploración de sus conflictivas vidas, de sus motivaciones y en la justificación filosófica de sus existencias. De cada una de ellas, el autor llevó un cuaderno de notas. Todos estos libros fueron traducidos a comienzos del siglo XX y constituyeron una impagable revelación de sus métodos creativos.
En Crimen y castigo, probablemente su mejor novela, un estudiante pobre, Raskolnikov, asesina y roba a una vieja avara a la que considera un parásito, con el fin de destruir una vida que le parece miserable y salvar la de sus familiares, sumidos en la indigencia. Atormentado por su culpa y su aislamiento, termina por confesar y por redimirse espiritualmente. El tema principal de esta novela es un análisis sobre si un ser, que se ve como un individuo extraordinario, tiene derecho a quebrantar el orden moral.
En cambio, el protagonista de otra de sus novelas, El idiota (1868-1869), es un personaje mesiánico, concebido por el autor como el paradigma del hombre bueno. El príncipe Mishkin irradia sinceridad, compasión y humildad, y se convierte en un defensor público de estas virtudes, pero es derrotado por sus propios odios y deseos. Los endemoniados (1871-1872) es una novela sobre un grupo de conspiradores revolucionarios que usan tácticas terroristas para conquistar sus metas. El protagonista, Stavrogín, es un personaje demoníaco y autodestructivo, con una ilimitada inclinación hacia la crueldad.
Los hermanos Karamazov, considerada como una de las grandes obras maestras de la literatura universal, constituye la expresión artística más poderosa de la habilidad de Dostoievski para traducir a palabras sus análisis psicológicos y sus puntos de vista filosóficos. Su argumento, el de una historia de misterio sobre un asesinato, se adentra en el terreno del parricidio y de las tensiones familiares. La profunda significación intelectual y espiritual de esta extensa novela se va revelando a través del enfrentamiento entre los tres hermanos, el intelectual escéptico, Iván, el pasional hombre de acción, Dmitri, y el bondadoso novicio de un monasterio, Aliocha. Los tres protagonistas, símbolos metafísicos del cuerpo, la mente y el espíritu, que habitan en el hombre contemporáneo, debaten larga y apasionadamente sobre los temas que preocupaban al autor desde su juventud: la expiación de los pecados a través del sufrimiento, la necesidad de una fuerza moral en este universo racional, la lucha entre el bien y el mal, el valor supremo de la libertad y del individuo. Y la más importante de todas las preguntas, y de la que sólo se han dado respuestas parciales: cómo debe vivir un ser humano y para quién tiene que hacerlo.
La creación simbólica de mundos en los que héroes traspasados por el carácter trágico de la vida buscan la verdad y la autorrealización conforma la característica más destacada de las últimas obras de Dostoievski, que las convierten en obras universales e intemporales. A través de ellas, el escritor ruso se anticipó a la moderna psicología, al explorar los motivos ocultos y llegar a comprender de un modo intuitivo el funcionamiento del inconsciente, que se manifiesta claramente en las conductas irracionales, el sufrimiento psíquico, los sueños y los momentos de desequilibrio mental de sus personajes. Preparó, asimismo, el camino para las aproximaciones psicológicas llevadas a cabo por la literatura del siglo XX y por los escritores del surrealismo y el existencialismo.
Su gran aportación a la literatura universal consistió en dar un nuevo enfoque a la novela según el cual el narrador ya no está fuera de la obra relatando acontecimientos más o menos ajenos a él, sino que su presencia se manifiesta con voz propia, como si de otro personaje se tratara. Ejemplos significativos de la adopción de este modo de narrar se pueden observar en André Gide, Thomas Mann, Miguel de Unamuno, Jean-Paul Sartre o en el argentino Roberto Arlt, que en los círculos literarios de los años treinta era conocido como el “pequeño Dostoievski”.
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10 comentarios:
esta novela esta muy buena t da animos de vida para no hacer el crimen de Raskolnikof es mi personaje favorito leela y sabras como tomar desiciones importantes
Crimen y castigo, es una obra unica mas que por su valor universal, por la forma en que se muestran la pasion, la locura y el desequilibrio humanos; en su protagonista:Raskolnikov, dostoievsky vierte la magestuosa y compleja condicion humana. Un clasico sin duda alguna.
jeniffer chara egas
Los personajes femeninos de Dostoievski son exquisitos,adorables y verdaderos, me identifico con ellos.
Disfrute de esta novela hace seis años... leerla fue apasionante. La forma de demostrar la naturaleza humana... sus complicaciones, sus locuras, su rareza.. INCREIBLE
me podeis decir como se descarga x q le doy a descargar y me sale una pagina llena de tontenrias
Definitivamente mi libro preferido, una obra maestra de la literatura, no basta con leer una vez el libro, creo que alguna vez todos hemos llegado a pensar como Raskolnikov...
me parece que juega con la influencia del yo sobre el espiritu del joven asesino,sino como explican su relacion con su tia .me parece que me equivoque de libro. sorri.
me gusto mucho el trama
Alguien sabe a cuantos idiomas se ha traducido esta grandiosa novela??!!
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